Perfil
La formación de cuarteto me ha permitido llevar más lejos la improvisación y la comunicación con el público. Os confieso que estoy realmente entusiasmado con él: es un privilegio compartir escenario con tan excelentes músicos.
Este formato es el que más me apetece explorar en este momento, ya que proporciona mucho espacio para improvisar a nivel individual mientras que, al mismo tiempo, aporta una base sólida en todo momento para los solos de todos los músicos — pero mejor verlo:
Vídeo
Conde Claros — Conde Claros
Vicente Parrilla Quartet
- Vicente Parrilla, flauta
- Enrike Solinís, guitarra
- Pablo Martín Caminero, contrabajo
- Daniel Garay, percusión
También en cuarteto:
Propuesta de programa
Improvisando
Improvisaciones sobre danzas del Renacimiento
La Romanesca (Italia & España)
Folías (Portugal & España)
Canarios (España & Italia)
Qvinta Pars (Diego Ortiz, ca. 1510–ca.1570)
La Spagna (Italia)
Conde Claros (España)
Notas al programa
A la improvisación se le reconoce un gran protagonismo histórico en un gran número de repertorios y estilos de la música culta. Existen multitud de estudios musicológicos actuales que analizan los numerosos testimonios históricos de esta práctica que han llegado hasta nosotros, además de abundantes tratados y fuentes antiguas que recogen, clasifican y ordenan un sinfín de fórmulas melódicas o glosas que forman la materia prima de la que se nutriría la improvisación en los siglos XVI y XVII.
Sin embargo, podríamos decir que se trata de un reconocimiento a nivel meramente teórico, ya que hoy en día apenas podemos encontrar rastros de ella en conciertos o grabaciones del repertorio conocido hoy como música antigua por parte de los grupos profesionales, por lo que el presente programa representa más bien una excepción en este sentido. Centrándonos en el repertorio del Renacimiento, buscaremos posibles vías para la recuperación de esta práctica, de modo que las improvisaciones abarcarán todos los niveles posibles que permite el repertorio renacentista: líneas melódicas improvisadas (conocidas también como solos en otras músicas actuales como el jazz) de los distintos instrumentos en todas y cada una de las obras; las estructuras serán siempre abiertas, sin un número predeterminado de secciones o repeticiones y, por tanto, con una duración siempre variable; y por último, todos los aspectos interpretativos generales como las dinámicas y los distintos caracteres y agógicas que podrán escucharse serán también, para sorpresa del público (y también nuestra), improvisados.
Por todo ello, el repertorio que interpretaremos no se basa en obras escritas, sino fundamentalmente en meros patrones armónico-melódicos provenientes de España (Conde Claros, Canarios, Qvinta Pars), Portugal (Folías) e Italia (Romanesca, La Spagna), y conocidos en el Renacimiento como tenores, grounds o bassi ostinati, que desarrollaremos de forma espontánea —y no exenta de riesgo— en el concierto.
—Vicente Parrilla