Perfil
Recientemente he tenido la inmensa suerte de compartir escenario con el gran pianista de jazz italiano Enrico Pieranunzi en el Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÀS). Enrico también disfrutó la experiencia, así que el plan es continuar la colaboración y ver a dónde nos puede llevar...
Vídeo
Vídeo promocional de nuestro programa Un sueño barroco, con un extracto del concierto del pasado 15 de marzo en el Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÀS).
Enrico Pieranunzi & Vicente Parrilla — Un sueño barroco. Vídeo promocional
* Pedimos disculpas por la calidad del audio, pero el equipo de grabación falló en el último momento, de modo que el único audio que tenemos es el de la cámara de vídeo, que además se encontraba al final de la sala. Nuestro agradecimiento a los responsables del festival por permitirnos difundir las imágenes.
Enrico Pieranunzi & Vicente Parrilla
- Enrico Pieranunzi, piano
- Vicente Parrilla, flautas
Prensa
Parrilla desplegó todo su arsenal de virtuosismo, su enorme fiato y, sobre todo, su fantasía a la hora de glosar e improvisar, en perfecta comunión con el teclado de Pieranunzi. Una última improvisación sobre el Siciliano de Bach, creada al repente, dejó asombrados a los incondicionales.
— Diario de Sevilla, 16 de marzo de 2015
Propuesta de programa
Un sueño barroco
Improvisaciones sobre obras de los siglos 15 a 18
Passamezzo moderno & Romanesca (s. XVI)
Passacaglia (s. XVII)
Orlando di Lasso (1532–1594):
Susanne ung jour
La Spagna (cantus firmus del s. XV)
Georg Friederich Händel (1685–1759):
Sarabanda en Mi menor HWV 438/improhandel 438
Domenico Scarlatti (1685–1757):
Sonata K. 531
Johann Sebastian Bach (1685–1750):
Chorale BWV 122/6 “das Neugeborne Kindelein”/impr
Johann Sebastian Bach (1685–1750):
Sonata BWV 1016 en Mi mayor.
Adagio - Allegro - Adagio ma non tanto - Allegro
Notas al programa
Desde el momento en que empezó a concebirse la posible colaboración para este concierto con un músico tan admirado por mí como Pieranunzi, no pude sino pensar en ella como un regalo; una oportunidad que debo al director del FeMÀS, Fahmi Alqhai, y su demostrado olfato a la hora de concebir nuevos proyectos, y a la generosa aceptación del propio Enrico, quien no ha puesto un solo reparo a la hora de adentrarse en territorios para él posiblemente inexplorados hasta la fecha, y tan lejanos (en estilo, no tanto en espíritu) del jazz, su lenguaje habitual, en el que se maneja con tanta brillantez. A los dos, desde estas líneas, mi más sincero agradecimiento.
Si bien Pieranunzi ha demostrado ser un profundo conocedor de la obra de los autores barrocos incluidos en nuestro programa (Bach, Händel y Scarlatti), a los que ha dedicado dos interesantísimas grabaciones en las que no solo interpreta sus obras, sino que —como no podía ser de otra manera— improvisa sobre ellas, será ésta la primera vez que se acerque a los repertorios más antiguos seleccionados para este proyecto, que por su lejanía en el tiempo y características propias suelen resultar remotos y poco frecuentados incluso entre una gran parte de los propios intérpretes especializados en música antigua. Entre ellos, el antiguo cantus firmus del siglo 15 conocido como La Spagna, tantas veces usado en la época como estructura para la improvisación y para nuevas composiciones; o la famosísima canción renacentista Susanne ung jour de Orlando di Lasso, que con tanta frecuencia llamó la atención de los antiguos maestros, de los que se conservan numerosas versiones glosadas de la misma; o bien el bajo de la passacaglia, tan popular y tan usado en el siglo 17 como base melódico-armónica de tantas composiciones.
Debo admitir que, en el momento de escribir estas líneas, el fruto de esta colaboración es tan imprevisible para mí mismo como seguramente lo sea para Enrico e imagino que para el propio público que asista al concierto. Pero al mismo tiempo dejo constancia de mi fe total en los complejos y elusivos mecanismos que, a través de la improvisación, facilitarán nuestro diálogo y la comunicación con el público, además de la creación espontánea: ese arte efímero, frágil y a la vez tan lleno de vida.
—Vicente Parrilla
Hace unos años escribí una entrevista imaginaria con Domenico Scarlatti (tenía lugar en Aranjuez, en 1750) donde le preguntaba en un momento dado qué pensaba él… del jazz. Le expliqué sintéticamente de qué se trataba y él me contestó que, si la cosa era tal como yo se la conté, ese “jazz” no era entonces algo tan diferente de la música que él mismo hacía. No es una idea demasiado extraña que Scarlatti y los otros grandes de la música barroca hayan sido unos músicos de jazz “adelantados”. Ralph Kirkpatrick, en su maravilloso y fundamental ensayo-biografía sobre Scarlatti, refleja la misma opinión. La clave del asunto está, naturalmente, en la práctica de la improvisación pero también en el hecho de tocar siempre (o casi) composiciones propias. Pero lo que más acerca dos épocas y dos mundos tan lejanos es la mentalidad de no considerar la partitura escrita como algo sagrado, inmóvil e inmutable, sino de abordarla como una fuente a la que nos acercamos para contar nuestra propia historia y para dar vida a un invento personal y a una forma de ese momento.
Esto es lo que intentaré hacer en el concierto de Sevilla del 15 de marzo próximo. Será un desafío nuevo para mí. Acostumbrado a tocar en formaciones de jazz de varios tipos (sobre todo tríos con contrabajo y batería, pero también cuartetos, quintetos, etc.), será la primera vez que tocaré al lado de una flauta barroca y de un gran especialista de este instrumento y de las músicas compuestas para ello como Vicente Parrilla. Para afrontar exitosamente este desafío no tendré otras herramientas que esa actitud mental, o sea la de dejarme llevar por el flujo de los sonidos y su misterio e intentar establecer con las flautas de Vicente esa relación muy física que es uno de los secretos (no muy secreto, en realidad, pero sí muy poco conocido) más importantes de quien toca jazz.
Estoy convencido de que nuestro encuentro será un “sueño” muy bello y que el público, una vez olvidadas las diferencias de épocas, géneros y estilos, asistirá a algo original, único y extremadamente adictivo.
Milagros de la improvisación, milagros… barrocos.